viernes, 24 de agosto de 2007

Recuerdos que atormentan a la memoria

Fuente: Diario EL Universal (México)
Fecha: 11 de Agosto de 2007
Autor: Cinthya Sánchez

Cuando una persona no supera en un mes la experiencia de sucesos inesperados o violentos, puede desarrollar el Trastorno de Estrés Postraumático. El tratamiento consiste en terapias de conducta y socioeducativas, señala especialista
Cada nuevo temblor en la ciudad de México, le despierta al “monstruo” que reposa en su mente desde hace más de 20 años. Pasado el tiempo del movimiento, simplemente no puede sacarse del pensamiento las imágenes que vivió el 19 de septiembre 1985. La noche en que sucede un nuevo sismo y todas las noches siguientes la escena se repite y se repite en su mente “como si la viviera de nuevo”: Son las 7 de la mañana con 19 minutos, ella está de pie en su sala. La tierra se mueve y el rechinido de las paredes es sutil comparado con lo que miran sus ojos cuando por la ventana ve como se desmorona su paisaje de todos los días: el edificio de enfrente.

Aunque ahora viva fuera de Tlatelolco y han pasado años de aquel terremoto. Marcela trae en el pensamiento un recuerdo que le dura las 24 horas del día y que su mente decidió cobrarle años después. Hoy el miedo eriza cada proporción de su piel. Sus pensamientos se resumen a muerte, devastación y peligro. Por las noches no puede dormir, durante el día se siente angustiada al grado de salirse a la calle por el temor de un nuevo sismo.

Con los ojos cerrados o abiertos recuerda la escena de aquel acontecimiento. Poco a poco “el monstruo” ha ganado terreno, primero le interrumpió el sueño, después la hizo perder el trabajo, fue entonces cuando se dio cuenta que su “monstruo”, como ella le llama al miedo, le había ganado. Acudió a terapia psicológica. El diagnóstico: Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) de inicio retardado.

Por lo tanto, Marcela forma parte del 60% de personas que experimentan un suceso traumático durante su vida y del 20% que desarrollan TEPT, que es una alteración psicológica que refleja el desarrollo de síntomas característicos después de la exposición a eventos estresantes o de gran magnitud.

Los síntomas del TEPT son ideas, sentimientos e imágenes angustiosos que recapitulan el suceso traumático. Para padecerlo, el individuo tuvo que haber estado expuesto a un suceso traumático que involucre componentes que pongan en peligro su vida —de forma real o percibido así por el individuo—, dice Carolina Santillán, psicoterapeuta cognitivo conductual de la clínica especializada en estrés y depresión Integra.

Después del hecho traumático, el trastorno se experimenta durante más de un mes y causa angustia clínicamente significativa o deterioro del funcionamiento ocupacional y social que debe ser manejada por profesionales.

“En México, la máxima tasa de TEPT se presenta con la agresión con violencia (incluida la violación) y en segundo lugar, la muerte repentina e inesperada de un ser querido. En Estados Unidos, 80% de los pacientes experimentan estos trastornos adicionales, como depresión y tendencia suicida y son frecuentemente el motivo de consulta”, explica Carolina Santillán.

Los sucesos traumáticos están caracterizados por una sensación de horror, impotencia, lesiones graves, o amenaza de lesiones graves, o muerte. Estos sucesos afectan tanto a los sobrevivientes y rescatistas como a los amigos y familiares de las víctimas. De la misma manera, pueden causar impacto en todos aquellos que han vivido el suceso tanto directamente como por televisión.

Entre los síntomas de revivir el suceso se encuentran las escenas retrospectivas involuntarias (o flashbacks), las pesadillas y las reacciones emocionales y físicas extremas ante las memorias del suceso. Las reacciones emocionales pueden incluir sentimientos de culpa, temor excesivo ante el dolor e insensibilidad en algunas situaciones. Las reacciones físicas pueden incluir temblor incontrolable, escalofríos, palpitaciones y dolores de cabeza por tensión.

Aunque físicamente también se manifiesta pues las personas experimentan náusea, mareo y cambios de apetito, además de trastornos del sueño así como sensación de abstinencia de las actividades diarias. Es posible que pasen de semanas a meses antes de que una persona comience a sobre ponerse a un trauma y a sentirse normal.

“La mayoría de los afectados por un suceso traumático dicen sentirse mejor tres meses después de haber transcurrido el incidente. Si los problemas empeoran o duran más de un mes después del suceso, es posible que estemos frente a un caso de trastorno por estrés postraumático”, explica Santillan.

La Asociación Americana de Trastornos de la Ansiedad indica que de 15% a 30% de los tres millones y medio de hombres y mujeres que combatieron en Vietnam, han sufrido trastorno de estrés postraumático.

El Estrés Postraumático ha existido a lo largo de la historia pues los seres humanos han estado experimentando tragedias y desastres. Así, durante años se le conoció como Neurosis de Guerra, Neurosis Traumática, Síndrome Post-Vietnam o Fatiga de Batalla (Meichenbaum,1994).

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) reconoció por primera vez el Trastorno por Estrés Postraumático como una entidad diagnóstica diferenciada en el año 1980. Fue categorizado como un trastorno de ansiedad por la característica presencia de ansiedad persistente, hipervigilancia y conductas de evitación fóbica.
Los tratamientos
Para tratar el estrés postraumático se utilizan dos enfoques principalmente, el psicoeducactivo y la terapia cognitivo-conductual.

El enfoque psicoeducativo implica proporcionar al paciente/familia información básica sobre su enfermedad, síntomas característicos y diversas estrategias de afrontamiento.

Esta primera categoría de tratamientos incluye compartir información básica con el sujeto, a través de libros, artículos y otros documentos de interés que permita adquirir al paciente nociones esenciales de conceptos relacionados con el trastorno como conocimientos de psicofisiología, introducción al concepto de respuesta de estrés y conocimientos jurídicos básicos relacionados con el problema.

En tanto, la terapia cognitivo-conductual se trata de una modificación de conducta o terapia de conducta donde se cambian patrones de pensamiento distorsionados y se entrena en habilidades de solución de problemas. En el caso de estrés postraumático es una de las terapias más recomendables pues la exposición que se maneja en la terapia permite que el paciente salga adelante del TEPT entre 8 y 15 sesiones.

Tanto por el número de estrategias eficaces de intervención disponibles como por la propia naturaleza multi-dimensional del trastorno, este enfoque es el más adecuado.

Nueva terapia contra la obesidad

Fuente: Diario La República (Argentina)
Fecha: 05 de Agosto de 2007



Las doctoras Mariela Sabadini y Silvia Sbdar hablaron de las causas del fracaso de los tratamientos que se inician para bajar de peso. Aseguraron que el principal factor para una de las enfermedades más difíciles de tratar es el terapéutico.


La obesidad es una enfermedad muy difícil de tratar y por ello muchos de los métodos habituales para bajar de peso resultan un fracaso total. Ante ello, las doctoras Mariela Sabadini, especialista en Nutrición Clínica en la Obesidad, y Silvia Sbdar, dedicada a la psiquiatría y psicología médica, formularon una estrategia que actúa, en principio, desde lo terapéutico y que pretende entregar al individuo las herramientas necesarias para afrontar los estereotipos y prejuicios de una sociedad que rinde culto a la delgadez y margina al obeso.


La obesidad es definida por un incremento en el porcentaje del tejido adiposo corporal, frecuentemente acompañado de aumento de peso cuya magnitud y distribución condicionan la salud del individuo. Se trata de una enfermedad epidémica, metabólica, crónica, heterogénea y estigmatizada que se determina, casi en el 70 por ciento de los casos, por factores genéticos y medioambientales, según lo detallaron las especialistas.

La mayoría de los pacientes que inician tratamientos para bajar de peso interrumpe el recorrido a mitad de camino por considerarlo un fracaso que generalmente encuentra su causa en el hecho de que no se reconoce el carácter multifactorial o heterogeneidad de los factores que la generan. “Es que a veces sólo se piensa que el obeso es una persona con gula y fiaquenta”, indicó una de las especialistas.


Identificaron como fuente de las constantes frustraciones en las metodologías adoptadas a “la poca especialización de quienes la tratan”, muchas veces “con una dieta sacada de un cajón, para todos igual y sin previa evaluación de las necesidades metabólicas, el gasto energético, el entorno, lugar que ocupa en la sociedad y los gustos alimentarios de cada paciente”. Es que a veces parece que “sólo importa la balanza y si no se cumple con ella, hay un enfoque sancionador”, enfatizaron.


Contra los ideales de belleza inalcanzables, los gurúes que pregonan la magia del descenso con dietas muy magras en las que sólo interesa el descenso, las jóvenes especialistas proponen considerar la problemática del obeso desde lo psicológico, es decir, preguntándose “qué hay en su vida que lo lleva a comer, cuál es la necesidad emocional que quiere saciar y cuál es el vacío que quiere llenar”.


Para ello, desarrollaron una estrategia terapéutica en la que proponen articular aspectos nutricionales, farmacológicos, físicos y cognitivos conductuales. En primer lugar aconsejan enfrentarse con las consecuencias psicosociales de la estigmatización de la que es objeto la obesidad, pudiendo interactuar como factores desencadenantes de trastornos de ansiedad, atracones, disturbios de la imagen corporal, depresión, baja autoestima, trastornos sexuales y abuso de sustancias.


Para alcanzar resultados óptimos, dejan al alcance de los enfermos varias terapias, entre ellas la motivacional, donde se busca resolver la ambivalencia frente al cambio; la psicoeducación, con información acerca de la enfermedad que le permita cambiar actitudes y comportamientos; la cognitiva conductual, para crear habilidades que promuevan cambios de conducta, afianzamiento del cambio y prevención de recaídas; las psicoterapias psicoanalíticas, desde donde se trabaja la ansiedad, los atracones aislados, los trastornos afectivos y la autoestima; el abordaje grupal y, finalmente, la terapia de la imagen corporal, “que en materia de obesidad se torna básico y fundamental”, concluyeron las médicas.

Las encuestadoras enfrentan los mitos del neuromarketing

Fuente: InfobaeProfesional (Argentina)
Fecha: 24 de Agosto de 2007
Autor: Alicia Vidal (avidal@infobae.com)





El análisis de las reacciones del cerebro frente a los estímulos marcarios se presenta como una panacea. Pero los analistas de ID Millward Brown defienden el valor único de las encuestas y los sondeos como herramientas explicativas.

“El neuromarketing no puede ser un reemplazo para las encuestas , en todo caso puede ser un complemento” expresó Lucas Waissman, director de estudios cualitativos de ID Millward Brown, a infobaeprofesional.com al culminar el encuentro regional latinoamericano.

El encuentro celebrado por la filial porteña de Millward Brown apuntó a desmitificar de algún modo que las encuestas podrán reemplazarse por otro tipo de instrumentos que solamente operen con máquinas.

"Con estos métodos se puede tener el reconocimiento de que hay mucha emoción ante determinado estímulo pero después hay que saber si la emoción es buena o mala por ejemplo y eso requiere preguntar” reafirmó Waissman.

El neuromarketing se define por la aplicación de técnicas de la neurociencia al campo del marketing. A través de la medición de la “actividad cerebral” ante determinados estímulos se busca predecir el comportamiento y conducta del consumidor. Uno de los cultores y defensores locales de este abordaje es Néstor Braidot.

Las técnicas incluyen a veces someterse a situaciones similares a las de una tomografía computada o una resonancia magnética. Una de las últimas comprobaciones de este tipo de aplicaciones dio como resultado que: “el cerebro responde mejor a las grandes marcas” (Christine Born).

En paralelo Millward Brown corroba con datos empíricos por entrevistas: que las marcas emocionalmente más atractivas son marcas más fuertes. O sea, se pretende plantear que por ahora el tipo de conclusiones que se obtienen a través del neuromarketing son igualmente accesibles al nivel de la investigación de mercado más tradicional. “El riesgo es la malainterpretación de los resultados” detalló el director de estudios cualitativos de ID Millward Brown.

La presentación de Julia Gonzalez Treglia, también del equipo cualitativo de ID Millward Brown, destacó cómo se puede ver el “magnetismo de las marcas” al analizar a través de encuestas si hay una emocionalidad positiva alta o baja. Preguntas básicas como “¿Cuál de estas marcas ama o adora u odia o detesta más?” permiten armar un mapeo de preferencias marcarias.
A su vez, también mostraron evidencia de cómo se puede analizar por un lado el movimiento del impacto cerebral ante un spot y cómo se puede concluir algo similar a través de la técnica del “movimiento del mouse” (conocido técnicamente como Trace Link).

El caso de estudio es el de un comercial para un limpiador conocido como Vim en Canadá (que no es ni más ni menos que nuestro Cif).


Más allá de lo que “dicen” las ondas cerebrales hay otro tipo de registros que son visibles y de algún modo tangibles. Como las expresiones faciales. Paul Ekman, es un especialista en la materia y ha generado un sistema de reconocimiento de emociones a partir del análisis pormenorizado de los rostros. Incluso se admite que este tipo de “registros faciales” son universales y no están restringidos a determinadas culturas.

No por nada recientemente se difundió por ejemplo la clave de la "cara de la Mona Lisa" diciendo que tenía un “83% de felicidad”. Esto mismo que permite analizar una emblemática obra de arte también se aplica al marketing para ver cómo reaccionan ante una publicidad o un producto.

Desde ID Millward Brown son contundentes en sus conclusiones. “El aporte principal de la neurociencia son sus aprendizajes y teorías sobre el funcionamiento del cerebro humano y sobre cómo tomamos decisiones. Pero, la moda del neuromarketing y el neuro market research…es una moda vacía”.





Más allá de este tipo de herramientas sofisticadas la investigación valora cada vez más las técnicas que permiten “estar cerca del consumidor”. Los focus group siguen siendo la práctica más difundido. Pero también siguen vigentes las entrevistas en profundidad o los minigrupos. A su vez, también se animan a instalarse en la casa de los consumidores para saber cómo cocinan, cómo ven la tele o cómo se toman las decisiones marcarias e incluso también hacen “tours de compras” para entender cuál es la lógica para llenar el changuito.

Igualmente los investigadores de mercado siguen enfrentándose a requerimientos del tipo “lo quiero ya”. Waissman detalló: “a veces termina un focus group y pretenden que estén los resultados para el día siguiente dejando de lado el análisis como si fuera un ”. Y como en muchas prácticas la rapidez puede ser enemiga de lo bueno. Pero también hay reacciones positivas de los clientes, en general grandes anunciantes como Unilever con mucho bagaje de “research”, que saben que hay que darle tiempo al análisis. Y otro dato del momento es que se está tomando conciencia de incorporar el análisis de los avisos publicitarios en un proceso más anticipado. Cuando el spot ya está filmado y casi listo para emitirse hay mucho en juego y muchos prefieren seguir de largo porque escuchar un consejo de “suspender” o “modificar” puede involucrar una pérdida. O sea, cuando las “cartas están echadas” ya no hay mucho margen para el consejo.

Puntos Importantes
El neuromarketing se define por la aplicación de técnicas de la neurociencia al campo del marketing. A través de la medición de la “actividad cerebral” ante determinados estímulos se busca predecir el comportamiento y conducta del consumidor.

Las técnicas incluyen a veces someterse a situaciones similares a las de una tomografía computada o una resonancia magnética

“El aporte principal de la neurociencia son sus aprendizajes y teorías sobre el funcionamiento del cerebro humano y sobre cómo tomamos decisiones. Pero, la moda del neuromarketing y el neuro market research…es una moda vacía”

Pero también hay reacciones positivas de los clientes, en general grandes anunciantes como Unilever con mucho bagaje de “research”, que saben que hay que darle tiempo al análisis.

Alicia Vidal (avidal@infobae.com)Infobaeprofesional.com

Estamos cerca de crear la vacuna para el amor, asegura el científico Rodolfo Llinás

Fuente: Caracol Radio (Colombia)
Fecha: 24 de Agosto de 2007




El neurocirujano Rodolfo Llinás, director del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Nueva York reveló en Caracol Radio que la ciencia no esta lejos de crear la vacuna que incite al amor porque ya se conoce la estructura química y hormonal que lo genera.


"No debería sorprendernos que pronto se produzcan noticias sobre este tema. La medicina ya ha avanzado en el conocimiento hormonal del ser humano", aseguró el investigador quien añadió bromeando "lo dificil del tema sería establecer para quien se le aplica esa vacuna y con relación a quien".

El médico, uno de los líderes de la neurociencia moderna está de visita en Colombia donde dicta conferencias relacionadas con sus investigaciones sobre el papel qe las neuronas en el pensamiento y el comportamiento humanos.


"Vivimos en una especie de realidad virtual y aunque el estado interno que denominamos mente es guiado por los sentidos, también es generado por la actividad eléctrica que realiza el cerebro", aseguró el investigador.


Rodolfo Llinás anunció en Caracol radio su participación en el Proyecto Explora, una especie de centro interactivo tipo Maloka que será inaugurado en la ciudad de Medellín para promover el acercamiento de los jóvenes a la ciencia y la tecnología.


Rodolfo Llinás nació en Bogota y desde hace 28 años es director del Departamento de Fisiología y Neurociencia de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York.




El 17 de junio de 2002 fue investido como miembro de la Academia Francesa de la Ciencia, siendo el primer colombiano en recibir tal distinción.


Es también Miembro de la Academia de la Ciencia de los estados Unidos y de la Real Medicina española.


Ha publicado mas de 500 trabajos científicos y catorce libros, entre ellos El Cerebro y el Mito del Yo, con prólogo de su amigo Gabriel García Márquez.

jueves, 23 de agosto de 2007

Cuando la memoria falla es hora de agilizar el cerebro

Fuente: Infobae.com
Fecha: 23 de Agosto de 2007







Olvidarse de las cosas no es sólo una cuestión de personas mayores, muchos jóvenes también padecen la falta de atención y concentración. Algunos consejos para recuperar el estado de alerta
Existen estudios científicos que demuestran que una persona de 65 años tiene la misma facilidad de aprender un número similar de palabras que una persona de 30. Lo que disminuye es la atención y la concentración, es decir, el estado de alerta, que es totalmente inconsciente.

Pero si se estimula el cerebro, se puede tener una calidad de vida a nivel cognitivo neuronal muy buena aún a una edad avanzada, según escribe la especialista Karina Rodríguez Chiw en Todamujer.com.

Para recuperar la memoria y decirle adiós a los olvidos es necesario practicar movimientos (repetitivamente) que requieran de una atención activa, como resolver rompecabezas o analizar un posible negocio.

Es importante poner en juego el hemisferio cerebral izquierdo, que es la parte analítica y lógica; y el hemisferio cerebral derecho, la parte intuitiva y espacial.


Algunos ejercicios mentales:
- Resolver un crucigrama

- Prepararse para un examen

- Aprender de memoria un texto difícil

- Recordar los nombres de los antiguos maestros o profesores

- Pintar con los dedos

- Realizar una actividad con una mano diferente a la que estamos acostumbradas a hacerlo (por ejemplo peinarse)

- Armar un rompecabezas

- Aprender un nuevo idioma

- Leer un libro que no sea del tipo de lectura a la cual estamos habituadas

- Deletrear palabras al revés

- Formar nuevas palabras con determinadas letras

- Repetir frases hacia atrás, palabra por palabra, después de haberlas leído una vez hacia delante.

- Recitar una serie de números ascendente mientras se escribe otra descendente.

Dicen que los gestos ayudan a aprender

Fuente: Clarín.com (Washington Post)
Fecha: 07 de Agosto de 2007
Autor: Silvia S. Simonetti (Traducción)


THE WASHINGTON POST ESPECIAL
Los docentes que usan gestos para explicar una idea logran que ésta sea mejor entendida, según muestran las investigaciones. Y los estudiantes que hacen gestos de forma espontánea cuando están trabajando con ideas nuevas las recuerdan durante más tiempo que aquellos que no mueven sus manos.


La docente norteamericana Susan Wagner Cook está trabajando con chicos de la escuela primaria para descubrir si los gestos hechos de forma espontánea por muchos alumnos son un reflejo del hecho de que lo están entendiendo o algo que los ayuda a aprender. Sus hallazgos podrían aportar nuevas perspectivas en los campos de la neurología, la psicología cognitiva y la educación.


"Quedé sorprendido por lo sofisticado y centrado que se ha vuelto este campo", observó David McNeil, profesor emérito de Psicología y Lingüística en la Universidad de Chicago, semillero de los estudios sobre gestos en donde Cook hizo sus originales trabajos sobre su valor didáctico.


Los neurólogos descubrieron por ejemplo que la parte del cerebro que controla los movimientos de la mano se muestra activa también cuando la gente resuelve problemas matemáticos.


El investigador Arthur Glenberg, de la Universidad de Wisconsin, mostró que cuando se pide a los chicos de primaria que muevan objetos mientras leen un cuento —como ubicar un granjero de juguete sobre un tractor— tienen una mejor performance luego en las pruebas en las que se les pregunta qué pasó en esas historias. Los trabajos de Cook van más allá y muestran que hasta los gestos abstractos pueden mejorar el aprendizaje.


La forma cómo los gestos consolidan la nueva información sigue siendo un misterio. Una de las posibilidades es que los gestos ayudan al oyente a centrarse en lo que se está diciendo; otra, es que los gestos aligeran la carga cognitiva durante la solución de un problema, lo que deja más capacidad mental para la memoria.


TRADUCCION: Silvia S. Simonetti

miércoles, 22 de agosto de 2007

Trastornos de ansiedad en la infancia

Fuente: El Porvenir (México)
Fecha: 22 de Agosto de 2007
Autor: Gloria Marsellach




La ansiedad es una emoción que surge cuando la persona se siente en peligro, sea real o no la amenaza.


Es una respuesta normal y adaptativa ante amenazas reales o imaginarias más o menos difusas que prepara al Organismo para reaccionar ante una situación de peligro.


Los temores se convierten en la niñera del crío cuando éste comienza a alejarse de la madre y empieza a explorar el mundo por sí solo.


Los tres tipos de temores más firmemente establecidos en la especie humana son: El miedo a los animales, reminiscencia del temor evolutivo a los depredadores.


El miedo a los daños físicos, vestigio atávico del temor a los peligros que se pueden encontrar en la naturaleza.


El miedo a la separación, que actúa en consonancia con los anteriores y que permite retener a los niños pequeños cerca de sus madres protegiéndolos del entorno peligroso.


Hay ocasiones en que las respuestas de ansiedad no desempeñan una función adaptativa, se disparan de forma totalmente incontrolada y son causa de sufrimiento para los niños que las experimentan.


Surgen, en estas circunstancias, como un "miedo sin saber de qué". En el caso de los trastornos de ansiedad, las respuestas de temor funcionan como un "dispositivo antirrobo defectuoso", que se activa y previene de un peligro inexistente.


EL MIEDO EN LA INFANCIA

Cuando la ansiedad remite a estímulos específicos, se habla propiamente de miedo.


La mayoría de los niños experimentan muchos temores leves, transitorios y asociados a una determinada edad que se superan espontáneamente en el curso del desarrollo.


El miedo constituye un primitivo sistema de alarma que ayuda al niño a evitar situaciones potencialmente peligrosas.


El miedo a la separación es la primera línea de defensa; si se rompe ésta, entonces entran en acción los miedos a los animales y a los daños físicos.


Desde esta perspectiva, los miedos son respuestas instintivas y universales, sin aprendizaje previo, que tienen por objetivo proteger a los niños de diferentes peligros.


Los miedos innatos se pueden agrupar en cinco categorías generales:

  • Miedo a los estímulos intensos.
  • Miedo a los estímulos desconocidos, como por ejemplo, el temor a los extraños.
  • Miedo a la ausencia de estímulos, como por ejemplo, la oscuridad.
  • Miedo a estímulos que han sido potencialmente peligrosos para la especie humana en el transcurso del tiempo, como la separación, las alturas, las serpientes u otros animales salvajes.
  • Miedo a las interacciones sociales con desconocidos.

MIEDOS EVOLUTIVOS NORMALES MÁS FRECUENTES EN LAS FASES DEL DESARROLLO INFANTIL

El niño de 0 a 1 año suele responder con llanto a los estímulos intensos y desconocidos, así como cuando cree encontrarse desamparado.

En los niños de 2 a 4 años aparece el temor a los animales.

En los niños de 4 a 6 años surge el temor a la oscuridad, a las catástrofes y a los seres imaginarios (como brujas y fantasmas) así como el contagio emocional del miedo experimentado por otras personas y la preocupación por la desaprobación social.

Entre los 6 y los 9 años pueden aparecer temores al daño físico o al ridículo por la ausencia de habilidades escolares y deportivas.

Los niños de 9 a 12 años pueden experimentar miedo a la posibilidad de catástrofes, incendios, accidentes; temor a contraer enfermedades graves; y miedos más significativos emocionalmente, como el temor a conflictos graves entre los padres, al mal rendimiento escolar, o, en ambientes de violencia familiar, el miedo a palizas o broncas.

Entre los adolescentes de 12 a 18 años tienden a surgir temores más relacionados con la autoestima personal (capacidad intelectual, aspecto físico, temor al fracaso, etc.) y con las relaciones interpersonales.

Los miedos infantiles expuestos son muy frecuentes y pueden afectar hasta al 40-45% de los niños.

Son, por ello, normales, aparecen sin razones aparentes, están sujetos a un ciclo evolutivo y desaparecen con el transcurso del tiempo, a excepción del miedo a los extraños que puede subsistir en la vida adulta en forma de timidez.

LAS FOBIAS

Cuando los miedos infantiles dejan de ser transitorios hablamos de fobias.

Las fobias son una forma especial de miedo que responde a las siguientes características: Ser desproporcionadas a la situación que desencadena la respuesta de miedo y/o estar relacionadas con estímulos que no son objetivamente peligrosos.

No poder ser eliminadas racionalmente. Estar más allá del control voluntario. No ser específicas de una edad determinada.

Son de larga duración. Interferieren considerablemente en la vida cotidiana del niño en función de las respuestas de evitación.

Las fobias infantiles suelen aparecer con más frecuencia entre los 4 y 8 años.

CLASIFICACION DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD EN LA INFANCIA

Los trastornos de ansiedad en la infancia pueden clasificarse en tres grandes apartados dentro de los cuales aparecen otros tal como podemos ver en la siguiente lista:

  • TRASTORNOS FÓBICOS: Fobias específicas, Fobia escolar y Trastornos de evitación.
  • TRASTORNOS DE ANSIEDAD SIN EVITACIÓN FÓBICA: Ansiedad de separación y ansiedad excesiva.
  • OTROS TRASTORNOS DE ANSIEDAD: Trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno mixto de ansiedad y depresión.

TRASTORNOS FÓBICOS

Las fobias específicas pueden interferir de una forma considerable en la vida cotidiana del niño.

Su pronóstico es que tienden a remitir espontáneamente con el paso del tiempo en períodos que oscilan entre 1 y 4 años.

Algunos ejemplos son: la fobia a la oscuridad, la fobia a los perros o la fobia a los médicos.

La fobia a la oscuridad puede producir una fuerte ansiedad por la noche en el momento de ir a la cama, así como rabietas y negativas a dormir fuera de casa.

La fobia a los perros puede llevar al niño a utilizar caminos más largos o rodeos innecesarios para llegar a casa o al colegio.

La fobia a los médicos puede impedir los controles preventivos, así como dificultar la administración de tratamientos beneficiosos.

La fobia escolar se refiere al rechazo prolongado que un niño experimenta a acudir a la escuela por algún tipo de miedo relacionado con la situación escolar.

Es poco frecuente y tiende a darse entre 3-4 años o bien, 11-12 años. Afecta a un mayor número de niños que de niñas.

Su comienzo en niños pequeños es repentino mientras que en mayores y adolescentes es más gradual, de carácter más intenso y grave y con peor pronóstico.

Desde una perspectiva clínica, la fobia a la escuela viene precedida o acompañada habitualmente de síntomas físicos de ansiedad (taquicardia, trastornos del sueño, pérdida de apetito, palidez, naúseas, vómitos, dolor de cabeza) y de una anticipación cognitiva de consecuencias negativas asociadas a la escuela así como de una relación muy dependiente con la madre y de la proliferación de temores inespecíficos (a la oscuridad, a los ruidos).

El resultado es la conducta de evitación. La fobia escolar está asociada a otros trastornos clínicos, como la depresión y una baja autoestima.

Algunos factores predisponentes de la fobia escolar son la existencia de trastornos de ansiedad o de depresión entre los padres, factores relacionados con la escolaridad como el temor a un profesor o sucesos vitales negativos como una enfermedad prolongada o la separación de los padres.

En resumen, la fobia escolar es un fenómeno complejo que puede denotar la existencia de una fobia específica (temor a ser herido en los juegos de recreo), de una fobia social (temor a ser ridiculizado), de un trastorno obsesivo-compulsivo (temor a ser ensuciado) o de una ansiedad de separación propiamente dicha.

El trastorno de evitación se caracteriza por la excesiva evitación del contacto con personas desconocidas durante un período superior a 6 meses e interfiere en las relaciones sociales con los compañeros de juego o de colegio.

Todo ello está unido a un claro deseo de afecto y de aceptación de uno mismo ante los demás.

Este trastorno sólo se diagnostica a partir de 2,5 años puesto que a una edad más temprana puede tratarse simplemente del temor evolutivo normal a las personas extrañas al niño.

Estos niños suelen ser inseguros, tímidos, con poca confianza en sí mismos y poco asertivos.
Como consecuencia de este trastorno, los niños pueden tener dificultades para adquirir las habilidades sociales necesarias en el proceso de adaptación a un ambiente que les resulta a estas edades enormemente cambiante.

El aislamiento social y la depresión pueden ser las consecuencias de este trastorno.

TRASTORNOS DE ANSIEDAD SIN EVITACIÓN FÓBICA

La ansiedad de separación es la ansiedad desproporcionada que experimenta un niño cuando se separa real o supuestamente de sus seres queridos, especialmente de la madre.

La ansiedad de separación constituye un sistema de protección en los primeros meses y años de la vida del niño.

La atenuación posterior de esta ansiedad, a medida que el niño adquiere una mayor movilidad física, es suplida por la aparición de temores específicos, como el miedo a la oscuridad, a las alturas o a los extraños, que reemplazan dicho mecanismo protector.

Este trastorno incluye la presencia de miedos irracionales (a estar solos, a irse a la cama con la luz apagada, etc.), de trastornos del sueño (pesadillas especialmente) y de ansiedad global, así como la anticipación de consecuencias negativas, como la sensación de que algo malo va a ocurrir o la certeza de que ya no va a volver a ver a los seres queridos.

Los niños afectados por este trastorno cuentan con una edad media de 9 años y se distribuyen entre ambos sexos, con cierto predominio de las niñas sobre los niños y de los niveles socioeconómicos bajos.

Si bien no suele prolongarse más allá de los 14-16 años, puede ser un predictor de la agorafobia/trastorno de pánico o incluso de depresión en la vida adulta.

La ansiedad excesiva es un trastorno caracterizado por la presencia de ansiedad persistente y generalizada en situaciones muy diversas, no limitadas a la separación de los seres queridos, y por la aparición de temores anticipatorios ante dichas situaciones.

La tensión y el perfeccionismo están siempre presentes en dicho trastorno. Los niños afectados por este trastorno cuentan con una edad media de 13 años y se distribuyen por igual entre ambos sexos, con un cierto predominio de los niveles socioeconómicos medios y altos.

Este trastorno aparece con frecuencia en familias reducidas cuyos miembros viven constantemente preocupados por la obtención de éxitos, con una dinámica de sobreexigencia que los niños no son siempre capaces de asimilar.

En cuanto al pronóstico, la ansiedad excesiva surge sin un comienzo claro y tiende a cronificarse con el transcurso del tiempo, con un agravamiento adicional ante las situaciones de estrés y con la aparición de síntomas diversos (tics, miedo a hablar en público).

OTROS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

El trastorno obsesivo-compulsivo se compone de obsesiones (pensamientos ilógicos desagradables que surgen reiteradamente y que sobrevienen contra la voluntad del sujeto) y de compulsiones (conductas repetitivas sin sentido en sí mismas, pero que consiguen suprimir o reducir la ansiedad inducida por las obsesiones).

Este cuadro clínico es más propio de la vida adulta y resulta poco frecuente en la infancia.
Las conductas rituales y las perseveraciones son un rasgo de desarrollo normal entre los 7 y los 8 años.

En unos casos tienen un carácter lúdico y en otros sirven para controlar la ansiedad así como para facilitar la socialización.

Entre los 7 y los 11 años pueden surgir rituales relacionados con el coleccionismo. La edad de inicio se sitúa en torno a los 9,5 años en los niños y los 11 años en las niñas, con un desarrollo habitualmente gradual y en sujetos con un cociente intelectual más bien alto.

Este problema puede surgir con más frecuencia en niños con un código moral rígido y que experimentan, por tanto, sentimientos de culpa con frecuencia.

Los niños y adolescentes con trastornos depresivos suelen presentar síntomas de ansiedad, de ahí a llamar al trastorno mixto de ansiedad y depresión.

ETIOLOGIA DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD EN LA INFANCIA

En el origen de los trastornos de ansiedad desempeñan un papel importante, por un lado, los acontecimientos estresantes como el divorcio de los padres en los períodos críticos de la infancia y, por otro, el estilo educativo de los padres con los hijos.

En concreto, hay una estrecha relación entre la ansiedad materna, la sobreprotección de los hijos y las respuestas de ansiedad por parte de éstos.

El temperamento del niño desempeña asimismo un papel importante y refleja la predisposición hereditaria general.

Los niños ansiosos tienden a responsabilizarse excesivamente de los fracasos, experimentan dificultades para generar alternativas de actuación y discriminar las que son efectivas de las que no lo son y por último, suelen ser lentos en la toma de decisiones.

La atención excesiva del niño a sus propias reacciones y a sus propios pensamientos contribuye a desarrollar y mantener la ansiedad.

TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD EN LA INFANCIA

Las técnicas terapéuticas más utilizadas son las mismas que las que se usan en el tratamiento de los adultos.

Más que en aspectos conceptuales, las diferencias radican en la adaptación del procedimiento a la edad y a las características del niño.

Las técnicas más frecuentes son las siguientes:

  • Técnicas de exposición
  • Relajación
  • Técnicas de modelado
  • Práctica reforzada
  • Escenificaciones emotivas
  • Técnicas cognitivas como la terapia racional emotiva
  • Tratamientos psicofarmacológicos
  • La exposición a los estímulos fóbicos puede hacerse en imaginación o en vivo y constituye el tratamiento psicológico más eficaz para hacer frente a las conductas de evitación que aparecen en las fobias específicas.

En niños menores de 11 años se recomienda no utilizar la imaginación. También se recomienda esta técnica en los trastornos obsesivo-compulsivos puesto que en los casos adultos tiene un gran éxito.

La relajación es un medio de aprender a reducir la ansiedad inespecífica y obtener control de la mente.

Es una técnica terapéutica útil en la ansiedad excesiva y la ansiedad de separación. El método más utilizado es la Relajación progresiva de Jacobson consistente en tensar y relajar los principales grupos musculares del cuerpo al tiempo que el sujeto se concentra en las sensaciones relacionadas con la tensión y relajación.

A pesar de no ser adecuado por debajo de los 8 años, se ha establecido un programa de adaptación para niños menores de estas edades.

Las técnicas de modelado están fundamentadas en el papel tan importante que desempeña en el aprendizaje, facilitación y modificación de conductas, la observación en un modelo de comportamientos adecuados por parte de un observador.

La práctica reforzada está enfocada en la adquisición de conductas nuevas adaptativas más que en la eliminación de las respuestas de ansiedad.

La terapia tiende a hacer perder al estímulo su valor ansiógeno enseñando a la persona una nueva conducta que le permita hacer frente a la situación lo más eficazmente posible.

Está indicada en el tratamiento de la fobia escolar y el trastorno de evitación. Las escenificaciones emotivas son la combinación de la exposición en vivo, el modelado participante y la práctica reforzada.

Con esta aplicación conjunta se trata de potenciar los resultados terapéuticos que se pueden obtener con cada uno de ellos por separado.

Muy útil para tratar fobias específicas en niños muy pequeños. Las preocupaciones de un niño pueden derivar del modo, no siempre correcto, en que percibe la realidad y de los recursos que cree disponibles para afrontarla.

Los pensamientos generados pueden guiar la conducta e incluso las emociones del niño.
Si están distorsionados, pueden dar lugar a pensamientos negativos muy a menudo presentes en los niños con trastornos de ansiedad.

De ahí la utilización de las técnicas cognitivas para su tratamiento puesto que con ellas podemos conseguir modificar dichos pensamientos y sustituirlos por otros más adecuados o adaptativos.

Su utilidad, sin embargo, está limitada a los niños mayores. Los psicofármacos son una ayuda complementaria al tratamiento psicológico y no deben utilizarse en niños menores de 6 años.

CONCLUSIONES

A pesar de no existir muchos estudios o bibliografía sobre los trastornos de ansiedad en la infancia en comparación con la existente en los adultos, creemos que por lo invalidantes que pueden ser dichos trastornos y su posterior consecuencia en la vida adulta, es necesario atender determinados signos de ansiedad visibles en nuestros hijos y tratarlos con ayuda de un psicólogo infantil para reducirlos y así mejorar la calidad de vida de nuestros niños. Esta es una forma de conducirles hacia una más satisfecha vida adulta.

Gloria Marsellach Umbert - Psicóloga

La importancia del buen dormir

Fuente: Chile.com







Durante el sueño alcanzamos una reparación física y psíquica completa...


Es evidente la importancia de un sueño normal y que tanto su exceso como déficit tienen marcadas repercusiones en la vida diaria. Es inevitable y aparece en condiciones muy adversas para el ser humano, sobreponiéndose incluso al hambre y riesgo vital. Además se sabe experimentalmente que su privación completa es fatal.


Según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard que se ha hecho público durante la reunión anual de la Academia Americana de Neurología que se celebra estos días en Boston (Estados Unidos), el sueño ayuda a fortalecer la memoria además de proteger los recuerdos frente a interferencias externas. Esto porque la falta de sueño causa concentraciones más elevadas de la hormona cortisol, que puede provocar la pérdida de memoria.


El estudio analizó cómo se produce el recuerdo de experiencias con o sin interferencias, es decir, cuando existen procesos de información en transcurso que entran en competencia con el acto de recordar.


En la investigación participaron 48 personas de entre 18 y 30 años que tenían rutinas saludables de sueño y que no tomaban medicamentos. Los participantes fueron divididos en cuatro grupos, en dos de ellos existían o no interferencias mientras se encontraban en vigilia, en los otros dos los participantes dormían y se aplicaban o no interferencias. A todos los grupos se les mostró los mismos 20 pares de palabras en la sesión de entrenamiento inicial.


En los grupos con participantes despiertos se mostraron las parejas de palabras a las 9 de la mañana y se les hizo una prueba 12 horas más tarde, a las 9 de la noche. En el caso de los grupos en los que los participantes dormían entre la sesión de entrenamiento y la prueba, la primera se produjo a las 9 de la noche y la segunda a las 9 de la mañana.


Antes de la prueba, a quienes integraban los grupos en los que se incluía información de interferencia se les proporcionó una segunda lista de palabras para recordar. La primera palabra de cada par era igual en ambas listas, pero la segunda palabra era diferente, lo que evaluaba la capacidad del cerebro para manejar informaciones que entraban en competencia, conocidas como interferencias.


El estudio descubrió que las personas que dormían después de aprender la información conseguían recordar más palabras. Los que participaban en el grupo del sueño sin interferencia fueron capaces de recordar un 12 por ciento más de pares de palabras de la primera lista que el grupo que se mantuvo despierto sin interferencias. La tasa de recuerdo fue un 44 por ciento superior en el grupo que había dormido y no había pasado por la prueba de la segunda lista de palabras de interferencia.


Importancia del Sueño

Es evidente la importancia de un sueño normal y que tanto su exceso como déficit tienen marcadas repercusiones en la vida diaria. Es inevitable y aparece en condiciones muy adversas para el ser humano, sobreponiéndose incluso al hambre y riesgo vital. Además se sabe experimentalmente que su privación completa es fatal.


Investigadores de la Universidad de Chicago afirman que dormir ni es pecado, ni una pérdida de tiempo, sino que es tan importante como el ejercicio para un organismo saludable, y es posible que evite la diabetes, la pérdida de memoria, la presión sanguínea alta y la obesidad.


Un equipo de investigadores encabezado por la Dra. Eve Van Cauter realizó el seguimiento de once hombres saludables durante dieciséis noches para monitorear su metabolismo y niveles hormonales.


En algunas noches los hombres durmieron ocho horas, en otras cuatro. La investigación demostró que la falta de sueño provocó que disminuyera en un cuarenta por ciento el tiempo que se toman los niveles de azúcar en la sangre para volver a la normalidad después de comer, así como una reducción del treinta por ciento en la capacidad de segregar insulina.


Estos dos factores conducen a la persona a comer en exceso y también son indicadores de la diabetes Tipo 2.


Los investigadores concluyeron que la falta de sueño tiene el mismo efecto en el organismo que la tensión de origen emocional. La conclusión es: trabaje menos y duerma más.

martes, 21 de agosto de 2007

Cómo descubrir los miedos y evitar que te dominen

Fuente: Infobae
Fecha: 21 de Agosto de 2007

Ser valiente y tener coraje no significa vivir sin temores. Pero sí puede resultar de gran ayuda. Infobae.com consultó un especialista que explicó los límites y en qué momento es preciso estar atento

En el mundo, tres de cada diez personas no pueden dominar sus niveles de ansiedad, en la Argentina alrededor de seis millones de personas los padecen (sólo cuarenta mil están bajo tratamiento), según datos de la Organización Mundial de la Salud.

“El miedo es una emoción normal que todos los animales superiores tenemos y que cumple una función muy importante porque detecta peligros y nos genera alertas de situaciones de riegos”, explicó Gustavo Bustamante, doctor en Psicología y representante de la Fundación Fobia Club.

Es que según el especialista, “miedo hay que tener, el problema es cuando es desmedido y desproporcionado”. Además, el miedo y la fobia son conceptos diferentes que tienden a confundirse.

Mientras el miedo es un sentimiento normal que se presenta ante un peligro inminente, las fobias, uno de los más frecuentes trastornos de ansiedad, es un temor irracional y exagerado ante objetos, animales o situaciones cuya peligrosidad no justifica esa reacción.

“Así como el miedo se aprende, también hay que aprender a manejar la ansiedad para que ella no nos maneje a nosotros, principalmente las personas que tiene alta sensibilidad”, describió Bustamante

Cómo detectarlos
Según Bustamante, es muy común que cuando la persona comienza a tener más miedo de lo esperado, se dé cuenta que el miedo es desmedido y quizás lo solucione inmediatamente. Pero cuando se trata de un trastorno de fobia o ansiedad, de pánico o de una persona obsesiva compulsiva, el desborde debe ser tratado.

El primer consejo para una persona sofocada por sus miedos es intentar afrontarlos. “Es bueno que alguien cercano le diga que lo intente, que se fije varias veces si puede hacerlo o resolverlo”, dijo el psicólogo. Y agregó que sólo en caso de que no pueda se necesita ayuda externa o un tratamiento.

“Lo primero que hay que lograr es quitar la respuesta de ansiedad patológica, luego ayudarla a detectar y corregir los pensamientos que están distorsionados o son disfuncionales y, por último, estimular para que poco a poco haga un hábito a eso que le tenía miedo”, destacó el especialista.

Una vez que se vencen las fobias o los temores excesivos, es hora de disfrutar. “Es normal que las personas al superarse se sientan muy seguros, entonces se divierten y aprenden a disfrutar la situación”, advirtió Bustamante.


Pasos valientes para poner en acción:
* Reflexionar y escribir acerca de los miedos. Cuántos son y cuáles se considera que hacen realmente daño.

*Es importante estar conciente de las consecuencias negativas que traen los miedos, tanto físicamente (como tensión muscular o dolores de cabeza), hasta en el aspecto emocional (como estrés, angustia o desespero).

* Analizarlos puede ayudar. Detallar las situaciones, objetos, personas o animales que los generan y buscar posibles soluciones para resolver o mejorar el problema.

* Hablar serenamente con personas de confianza acerca de situaciones difíciles de vida y de los temores que se padecen permitirá darle un sentido más racional a lo que se siente.

* Enfrentarlos uno y mil veces. Si se trata de situaciones concretas como el miedo a la oscuridad o a viajar en avión, luego de usar todas las herramientas anteriores, es preciso probar, intentar y superar el problema.

* Y, por último, lo ideal es, luego de lograr los objetivos, festejar y valorar el paso que se dio. No hay que restar importancia.

Cuando el estrés se vuelve extremo

Fuente: El Diario (México)
Link:
http://www.diario.com.mx/nota.php?notaid=198f82a2ba5234553f8086b9ca3b4097
Fecha: 21 de Agosto de 2007
Autor: Jessica Castañeda


Monterrey, Nuevo León– El exceso de tráfico combinado con el calor, el tipo que se metió en la ya de por sí larga fila, el reporte que pidió el jefe a última hora, la reunión en la que hay que quedar bien o el ajetreo cotidiano con los niños en la escuela y en la casa son capaces de producirte esos padecimientos que ya te son comunes: dolores de cabeza, gastritis o insomnio.

Pero más allá de esos síntomas del estrés que todos conocen y que te hacen enojar, agobiarte, sentir que pierdes el control o que el cansancio no te deja, hay otros, más asombrosos, que son señales con las que tu cuerpo te grita que ya su situación es más que una aventura extrema.

Pérdida de la memoria, dolor de mandíbula, falta de deseo sexual y pesadillas recurrentes son claras señales de que vives un estrés extremo.

"En un momento dado cerca de un 20 a 25 por ciento de la población padece de altos niveles de estrés y entre un 10 a 15 por ciento podría convertirse en crónico", afirma Adrián Roel Favela, psicólogo especialista en manejo del estrés y director del Instituto de Bienestar Integral.

Los culpables de estos padecimientos mayores son la hormonas del estrés -adrenalina y cortisol-, explica la psicoterapeuta y fundadora del Centro Más Vida, Bárbara Diego.

Ambas sustancias son secretadas por tu organismo para prepararlo a enfrentar una situación "peligrosa" o que implica un reto. La presión arterial y la concentración de glucosa en el cuerpo se eleva, pero todo vuelve a la normalidad una vez que la situación se supera.

Sin embargo, la gente que no enfrenta sus retos o vive constantemente en posición de alerta retiene las hormonas por un largo periodo, que puede llegar a un nivel crónico y causar daños más allá de los tradicionales.

"Cuando el cortisol está crónicamente elevado, junto con los altos niveles de insulina, lo que hace es enviar grasa que se almacena en el abdomen, incluso en personas delgadas, esto hace que se eleven los factores de riesgo para un problema vascular, debido a la concentración de grasa", explica Diego.

El estrés es uno de los condicionantes más importantes de enfermedades en la piel, y existen padecimientos en los que hay más influencia del aspecto psicológico que del orgánico, afirma Jorge Ocampo Candiani, profesor de Dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Un ejemplo es la hiperhidrosis o exceso de sudoración en palmas, plantas o axilas que puede ser detonada por cualquier situación de estrés laboral o de cualquier tipo. Estas personas no pueden ni firmar un cheque o ponerse un vestido.

"Y lo más feo del estrés es que esta gente que lo padece pierde la oportunidad de vivir bien, disfrutar, sentir alegría y vitalidad, porque cuando estás experimentando las sensaciones físicas del estrés no hay lugar ni espacio para sentir cosas buenas", dice Roel Favela, con 28 años de experiencia.

Aquí las pistas que grita el cuerpo para que te caiga el veinte y le bajes a tu acelere.

PÉRDIDA DE MEMORIA

"¿Qué dijiste, qué?" "¿Cuándo?". La memoria es uno de los principales blancos de las hormonas del estrés, en especial el cortisol.

"éste afecta una estructura cerebral llamada hipocampo, que está íntimamente relacionada con los procesos de memoria y específicamente se encarga de transformar la información que usamos a corto plazo a una de largo plazo", señala la psicoterapeuta Bárbara Diego, certificada en Terapia Racional Emotiva y Cognitiva por el Instituto Albert Ellis de Nueva York.

Esto provoca que tus células nerviosas se atrofien y es cuando se producen los problemas de memoria, que si son sostenidos durante mucho tiempo pueden provocar daños irreversibles.

PROPENSIÓN A ENFERMEDADES

Casi cualquier enfermedad puede ser agravada por el estrés.

"El 80 por ciento de todas las enfermedades que se ven en consultorios son provocadas o agravadas por el estrés: problemas de dolor de espalda, contracción muscular, trastornos digestivos", dice el psicólogo experto en estrés, Adrián Roel Favela.

El estrés agudo afecta directamente el sistema inmunológico y lo debilita, señala Diego.

"Esta condición hace que sea fácil la expresión de enfermedades latentes, incluso el cáncer en mujeres que han vivido situaciones de estrés extremo se ha encontrado un mayor índice de cáncer de mama, por ejemplo", explica la especialista.

DESEO SEXUAL REDUCIDO

Si entre tu pareja y tú las relaciones sexuales son un vago recuerdo, el estrés podría llevarles las de ganar, pues según un estudio de la farmacéutica Bayer, realizado en nueve países, uno de cada dos hombres refiere que esta situación es la causa fundamental de sus problemas durante la intimidad.

Los cambios hormonales pueden hacer que disminuya la testosterona, lo que influye directamente en el deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres. Esto también podría disminuir las tasas de fertilidad.

"Si estás preocupado, no te sientes bien, estás cansado, tu ánimo anda bajo, sí hay una disminución importante en el funcionamiento y deseo sexual", menciona Roel Favela.

PÉRDIDA DE CABELLO

Eres joven y de pronto encuentras que en tu cabeza hay una pequeña área calva y redonda. Se trata de la alopecia areata, la pérdida del cabello caracterizada por parches redondos de calvicie total.

El padecimiento que se piensa es provocado por un trastorno inmunológico, muchas veces es acompañado o iniciado por un suceso de estrés extremo.

"Esto no es una calvicie como la androgenética masculina, pero puede llegar a una alopecia total que a veces vemos en niños o adultos, calvos, pero también sin cejas, pestañas, bigote, pelo en las axilas o púbico", comenta el dermatólogo Ocampo Candiani, ex presidente de la Sociedad Mexicana de Cirugía Dermatológica.

Otras enfermedades de la piel asociadas con el estrés son el vitiligo, psoriasis o acné, que si bien no son provocados por una situación de preocupación constante, sí pueden aumentar o agravar un padecimiento ya existente.

DOLOR DE LA MANDÍBULA

Al despertar sientes dolor en la mandíbula, como si hubieras masticado chicle toda la noche... pero en realidad es que mientras estuviste dormido o durante el día, la tensión que sientes por distintas situaciones hace que casi involuntariamente aprietes la quijada fuertemente o rechines los dientes. Este es un síntoma inequívoco de que tienes problemas serios de estrés.

FATIGA CRÓNICA

El estrés que provoca una pelea con la pareja, demasiadas horas de un trabajo extenuante, un larguísimo embotellamiento o una deuda que no se termina de pagar podría hacer que tu cuerpo se vaya debilitando y simplemente no responda.

"Estas situaciones traumáticas pueden ocasionar síndrome de fatiga crónica o fibromialgia, esto te hace sentir ganas de hacer cosas, pero tu cuerpo no te responde, a diferencia de la depresión en la que no tienes ganas de no hacer nada", menciona Roel Favela.

Las personas afectadas por el síndrome de fatiga crónica, por ejemplo, tienen una fatiga incapacitante que no se detiene. Quienes sufren de este padecimiento tienen también dolor muscular y en articulaciones por todo el cuerpo.

Las preguntas a responder ahora son: ¿Con cuáles de estos síntomas te identificas? y ¿estás dispuesto a realizar cambios para solucionarlo?


Alivia la tensión

The Cleveland Clinic recomienda algunas formas para aliviar el estrés:

*Come y bebe con sensatez. Puede parecer que el alcohol y el abuso de comidas reducen el estrés, pero en realidad lo aumentan.

*Házte valer. No tienes que cumplir con las expectativas o demandas de otras personas. Está bien decir, no.

*Deja de fumar. Aparte de los riesgos para la salud, la nicotina actúa como un estimulante y provoca más síntomas de estrés.

*Haz ejercicio regularmente. Escoge ejercicios que no sean competitivos y establece metas razonables. Procura ser constante.

*Establece metas y expectativas realistas. Está bien y es saludable darse cuenta que no puedes ser exitoso en todo al 100 por ciento y al mismo tiempo.

*Véndete a ti mismo. Cuando te estás sintiendo abrumado recuérdate a ti mismo qué cosa haces bien o en qué eres bueno. Ten un sentido de autoestima saludable.

*Decídete a actuar. De nada sirve que conozcas las formas de aliviar tu estrés si las dejas en sólo buenos deseos.

¿Cuánto debe durar una psicoterapia?

Fuente: Diario La Nación (Argentina)
Fecha: 04 de Agosto de 2007
Autor: Florencia Bernadou


¿Cuánto debe durar una terapia? ¿Cuánto tiempo de tratamiento necesita una persona para sentirse bien, superar traumas o alcanzar los objetivos personales? ¿Años de diván o diez sesiones? Aunque Freud decía que uno no se “cura” nunca de su neurosis, por lo que el psicoanálisis podía ser “interminable”, hoy las terapias más modernas buscan un objetivo explícito alcanzable en el corto plazo.


Sin duda, fueron las llamadas patologías de la vida moderna –en especial, los trastornos de ansiedad– las que irrumpieron “pateando el tablero” de la hegemonía longeva que tenía en el país el psicoanálisis y su modalidad de tratamiento de larga duración.


Pero ¿es siempre el psicoanálisis sinónimo de tratamiento prolongado? Para el médico psicoanalista José Abadi, miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina, “hay que reconocer que el psicoanálisis puede tener distintos objetivos y, por ende, distintas duraciones. Uno es el tradicional, que apunta a un proceso más largo, de reformulación general de la vida del sujeto".


Pero para Abadi, los psicoanalistas también pueden ser "muy eficaces" en alcanzar un objetivo más puntual: "la resolución de síntomas de la conducta" y entonces, dice, ya no se le pedirá que "hable de lo que quiera", sino que focalice el relato. Sin embargo, advierte que eso no implica "destituir un síntoma por decreto: siempre vamos a buscar el conflicto detrás de ese síntoma, según nuestro sistema de interpretación del inconsciente".


"A mí no me importa cuál sea la teoría, sino que el paciente deje de sufrir lo antes posible -dice por su parte el psiquiatra Alfredo Cía, presidente de la Sociedad Argentina de Trastornos de Ansiedad-. Y eso es lo que logra la terapia cognitiva conductual."


Aunque Cía manifiesta no tener "nada en contra del psicoanálisis, para frenar un ataque de ansiedad no sirve. Y no lo digo yo, sino los pacientes que llegan a verme después de décadas sin salir de su casa por una fobia, estando en tratamiento psicoanalítico. Y con la terapia cognitiva en un mes empiezan a tener una vida o por lo menos pueden retomar sus tareas".


Contra la crítica más habitual que se le hace a esta terapia -que sólo ataca el síntoma-, Cía desafía: "Claro que lo hacemos, si no, ¿cómo bajamos la desesperación?".


"En los trastornos de ansiedad -asegura Cía-, la terapia cognitiva combinada con farmacología tiene una eficacia superior al 70% en comparación con otros tratamientos. Nuestro trabajo se centra en la acción, con un objetivo a alcanzar en un plazo breve. Un ejemplo claro es el de las fobias, en las que la técnica por excelencia es el afrontamiento de lo temido, primero acompañado y paulatinamente en forma independiente."


Un tratamiento de terapia cognitivo conductual consta de doce a quince sesiones y no dura más de 6 meses.


A mitad de camino

"La terapia es un tratamiento y su duración depende de qué afección estemos tratando. No es lo mismo un cáncer que una angina", dice la licenciada Silvia Dameno, vicepresidenta de la Asociación Gestáltica de Buenos Aires. Los tratamientos gestálticos se encuentran a mitad de camino entre los breves y los prolongados, y oscilan entre 6 meses y 3 años.


"Lo que sucede es que hay tratamientos que son sintomáticos (dejar de tener miedo a volar en avión, por ejemplo) y otros que apuntan a un proceso de cambio y crecimiento -dice Dameno-. No tenemos como objetivo el síntoma sino el proceso, pero si te estás llevando mal con tu pareja, esto es lo que hay que trabajar. El motivo de consulta es lo primero. Después se verá qué hay atrás."


De todos modos, por más que se trate del tratamiento que apunta "al proceso de cambio general", Dameno asegura que "no hay terapias de 20 años en Gestalt. Nosotros no somos nada reacios a dar el alta porque el tratamiento debe durar lo que el paciente necesite, no lo que el terapeuta precise".


Pero hace una salvedad: "Siempre se puede volver a la terapia. Y esto no significa un fracaso. El terapeuta no es adivino. Yo puedo cerrar un proceso de un paciente que viene por conflictos de pareja, pero 5 años después tiene un cáncer y necesita volver, no le alcanza con lo que elaboró antes".


Las sesiones de Gestalt duran aproximadamente una hora, son cara a cara y en el piso. "Pero no por eso menos profundas", aclara Dameno. En ellas se usan dramatizaciones, trabajos de roles, de grupos y emplean la modalidad de workshops o talleres intensivos de varios días.


En la experiencia de la profesional, a los que mejor "les calza" la Gestalt, es a "aquellos pacientes muy centrados en lo intelectual, a los que les cuesta registrar que tienen una vida afectiva o intelectual, al yuppie , al genio loco, que muchas veces, irónicamente, se ha psicoanalizado mucho".


Encuentro de opuestos


Aunque en muchos aspectos son opuestas, las corrientes vigentes se juntan en un insólito punto de unión: el paciente, porque, como asegura la gestáltica Silvia Dameno, "en el medio de todo esto, el paciente y sus padecimientos andan por ahí confundidos. Y salvo que conozca del tema, nadie busca una línea específica de terapia, sino algo que los alivie".


Y en esa búsqueda, el mismo individuo que va al psicoanalista acude a un psiquiatra para ser medicado, a terapia de pareja, o a grupos gestálticos o de autoayuda para manejar la ansiedad. Y los resultados, prejuicios aparte, son buenos.


"Es que aunque las terapias cognitivas parten de la premisa de que el paciente debe reaprender conocimientos erróneos que lo han llevado a comportarse de maneras inadecuadas -explica Cía-, no son incompatibles con el psicoanálisis en aquellas personas que han sufrido situaciones traumáticas que han afectado su desarrollo."


Para poder manejar estas terapias más puntuales, Abadi advierte que "los psicoanalistas debemos dejar ese lugar inaccesible que a veces tenemos, porque la técnica se tiñe con la personalidad del analista, que no puede estar en una fría distancia; el analista tiene que sentir respeto, amistad, cariño. El compromiso terapéutico no está reñido con la teoría. Por eso tenemos que ser permeables a otras teorías que permiten un trabajo más activo que el de la asepsia original".


Por Florencia Bernadou

Para LA NACION

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/931563

Neurología - Narcolepsia: la información, el antídoto contra el estigma social

Fuente: Vivir mejor
Fecha: 21 de Agosto de 2007








¿Qué es la narcolepsia?

La narcolepsia es un trastorno del sueño de origen neurológico que se caracteriza por la excesiva e incontrolable somnolencia diurna de quien la padece. Cuando la somnolencia es repentina e intensa se producen los denominados "ataques de sueño", cuya duración puede oscilar entre unos pocos minutos y más de una hora. Se desconoce la causa exacta de la narcolepsia, cuyos afectados pueden ser confundidos con "perezosos" por su entorno si éste no está debidamente informado sobre el trastorno.

Síntomas
-Somnolencia persistente, ataques de sueño, alucinaciones visuales o auditivas antes de dormir o durante el sueño, pérdida súbita de tono muscular (cataplejia), incapacidad temporal para hablar o moverse (parálisis del sueño) cuando se duerme o al despertar.

Diagnóstico
-Cuestionario de síntomas a responder por el paciente.
-Registro poligráfico del sueño, Test de Latencia Múltiple del Sueño y pruebas inmunogenéticas.
-Mediciones de la actividad eléctrica del corazón y de la actividad cerebral, así como exámenes de sangre.

Tratamiento
-No existe cura, por lo que los esfuerzos van dirigidos a controlar los síntomas.
-Medicación: estimulantes del sistema nervioso central como la dextroanfetamina, metilfenidato y modafinil. Antidepresivos para la cataplejia.
-Programa de siestas cortas de control del sueño diurno que en ningún caso deben reemplazar al sueño nocturno.
-Ingestión de comidas ligeras y evitar comidas pesadas antes de iniciar actividades importantes o que puedan entrañar riesgos.

Opinión
Los afectados de narcolepsia no suelen asustarse por dormir mucho, más bien les llama la atención conciliar el sueño en lugares en teoría poco aptos para ello, como la consulta de un dentista, explica la doctora Montserrat Pujol, de la Sociedad Española de Neurología. Uno de sus pacientes se durmió mientras le hacían un empaste, mientras que el doctor Juan José Poza recuerda el caso de una persona que estaba comiendo y se quedó dormida encima de un plato.

Los juguetes condicionan el futuro profesional

Fuente: Aprende Mas
Fecha: 21 de Agosto de 2007









Así lo refleja un estudio de la Universidad de Granada cuyo principal objetivo ha sido analizar la influencia de los juguetes en el niño para el desarrollo de determinados valores, hábitos y conductas. Del documento se desprende, además, que el juguete masculino ha evolucionado hacia lo neutro, mientras que el femenino apenas ha cambiado y sigue asociado a tareas domésticas y de belleza.


Papá Noel y los Reyes Magos están a punto de asaltar la casa de millones de niños para compensar con los mejores regalos su buen comportamiento. Durante más de un mes, los sustitutos de estos héroes infantiles -los padres- han recorrido las tiendas más recónditas buscando los juegos de moda, pero esos juguetes que a simple vista no son más que un entretenimiento, tienen una importancia en la que raramente se repara a la hora de obsequiarlos. Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) ha indagado en la influencia que los juguetes ejercen en el niño para el desarrollo de determinados valores y comportamientos. Y es que, según se desprende de los resultados de esta investigación que ha analizado los valores de género que transmiten, los juguetes pueden modelar y determinar la preferencia del niño por una profesión u otra.

Para llegar a esta conclusión, la autora del trabajo, María del Carmen Martínez Reina, ha realizado 400 encuestas a 200 niños y 200 niñas de entre 3 y 7 años para averiguar la manera en que asocian un juego o un juguete a lo femenino, a lo masculino o lo neutro, y ha estudiado más de una treintena de juguetes seleccionados a partir de los anuncios publicitarios, que han sido evaluados mediante un análisis semiótico.

Muñecas, juegos de té, herramientas de jardinería, coches, helicópteros, trenes, cochecitos de bebé, cocinitas, videoconsolas, bolsos, balones, juegos de tocador, carritos de limpieza o talleres mecánicos son algunos de los juegos que han centrado el trabajo de investigación sobre los valores de género.

Según apunta Martínez Reina, nuestra cultura está teñida de estereotipos de género y éstos quedan reflejados de una manera u otra en los juegos y juguetes infantiles. Así, el objetivo de este estudio ha consistido, principalmente, en valorar la competencia sobre los estereotipos de género que niños y adultos tienen de los juguetes. En los resultados obtenidos, se demostró que la capacidad sobre los estereotipos de género de los niños es mayor cuando éstos son más pequeños, que a medida que tienen más edad su aptitud es mayor sobre lo neutro. Aunque sigue existiendo en sus opiniones una clara división entre los juguetes, especialmente en lo que se refiere a los denominados –socialmente- como femeninos.

En este sentido, la autora del trabajo explica que los juegos atribuidos a las niñas apenas han evolucionado en las últimas décadas. De hecho, todavía siguen prevaleciendo los relacionados con tareas de limpieza o cuidado del hogar como las cocinitas, los carritos de limpieza, los muñecos bebé, los juegos de cocina. Sin embargo, los juguetes asociados a lo masculino han evolucionado y cada vez tienden más a lo neutro, de forma que la mayoría de ellos también pueden ser compartidos por las chicas.

Pero los niños no son los únicos que han respondido a las encuestas de este trabajo. Estudiantes de la Universidad de Granada y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) también han valorado el valor de género en los mismos juguetes, modificando algunas preguntas para estos, y lo “sorprendente es que las respuestas de pequeños y mayores no difieren mucho” asevera la experta, quien añade que “con resultados como éste, se demuestra que el género de los juguetes depende de la relación y la educación que el niño recibe de su entorno, en la escuela, en su familia y sobre todo a través de los medios de comunicación, puesto que ejercen una fuerte influencia en el niño y en sus aptitudes sobre los estereotipos de género”.

De ahí los prejuicios que aún existen por el hecho de que un niño juegue con una muñeca o una niña disfrute de un partido de fútbol, algo que sólo cambiaría fomentando una educación basada en la igualdad y modificando las conductas que los niños aprenden a través de los medios de comunicación, de forma que en los anuncios aparecieran de forma más asidua chicos y chicas jugando juntos a juguetes asociados a ambos géneros.

El trabajo se ha completado con un análisis de la presencia de estudiantes masculinos y femeninos en distintas titulaciones universitarias, tanto en la UGR como en otras a nivel nacional, corroborando que en las carreras de ciencia hay una presencia mayoritariamente masculina, mientras que en las de letras predominan las mujeres, algo que puede estar relacionado con esa selección de juguetes que desde pequeños les enseñaron a formarse su rol en la sociedad.


* * * *


Más información:

Universidad de Granada

Universidad Autónoma de Madrid

La práctica continuada de juegos mentales desarrolla la inteligencia

Fuente: Aprende Mas
Fecha: 21 de Agosto de 2007


El verano es un buen momento para desarrollar nuestra inteligencia. Pero los juegos mentales que se practican durante un corto periodo de tiempo no suponen un avance importante en el desarrollo de nuestra capacidad, sino que es necesario que estos ejercicios sean continuados, variados y realizados durante largos periodos de tiempo, según explica Buenaventura Deusedes, profesor de Psicología de la Universitat Abat Oliba CEU.

La inteligencia es un concepto complejo y difícil de definir. Existen diversos tipos de inteligencia -Inteligencias Múltiples según la denominación de Howard Gardner-, por lo que podemos desarrollar más unas determinadas inteligencias que otras, en función de lo que practiquemos física y mentalmente.

A la pregunta de qué juegos serían los más idóneos para practicar en nuestros ratos libres, y contribuir así al desarrollo de nuestra inteligencia (tipo sudokus, crucigramas, cubo de Rubrik, Brain Training, etcétera), Buenaventura Deusedes, profesor de Psicología de la Universidad Abat Oliba CEU, responde que todos pueden ser adecuados, siempre y cuando se realicen de una forma continuada y durante un largo periodo de tiempo.

Es difícil poder delimitar cuánto tiempo debemos dedicar y a qué juego para conseguir el desarrollo de alguna de nuestras inteligencias, bien sea intrapersonal, interpersonal, lógico-lingüística, lógico-matemática, abstracta o espacial, opina el experto. Por ejemplo, para aumentar nuestra capacidad mental (cálculo, memoria y habilidad social, entre otros), lo más recomendable son aquellos juegos que impliquen razonamiento, memorización, asociación ideativa, kinestesia, relación social, etcétera. Está comprobado que, con el ejercicio de juegos como sudokus, crucigramas, solución de problemas o análisis de situaciones prácticas, se potencia la rapidez mental, la memoria y el razonamiento, principalmente.

Pero hay que tener en cuenta que el potencial de desarrollo de la inteligencia viene a completarse en, aproximadamente, unos 20 años. Lo que hacemos después de este tiempo, mediante el aumento de conocimientos, el ejercicio y la experiencia, es afianzar, y sobre todo desarrollar la utilización práctica de la inteligencia aplicada a nuestras situaciones. Por lo tanto, sólo el ejercicio constante (unos minutos cada día) durante un largo periodo de tiempo (el cual dependerá de cada individuo) nos ayudará a conseguir un mayor desarrollo de nuestra inteligencia aplicada.

También es importante, alerta Deusedes, tener en cuenta aquellas actitudes negativas repetitivas, que limitan o disminuyen nuestra capacidad e inteligencia. Las drogas -incluido el alcohol- actúan destruyendo las neuronas cerebrales y pueden dar lugar a patologías mentales. También otras actividades, como acostumbrarse a enviar mensajes de móvil con palabras esquematizadas, interfieren en la calidad lingüística, disminuyendo la capacidad y expresividad aprendida.

En conclusión, Deseudes considera positivo realizar estos juegos cuando disponemos de tiempo libre, ya que seguramente a largo plazo consigamos obtener beneficios muy positivos. Pero además de estos juegos mentales, sería bueno intentar llevar una vida lo más saludable (físicamente) y lo menos estresante (psicológicamente) posible.

Más información:
Universitat Abat Oliba CEU

Estimulación con lo que les despierta interés

Fuente: Diario Clarín (Argentina)
Fecha: 13 de Agosto de 2007


SALUD : EL TRATAMIENTO


Psicológico, neurológico, fonoaudiológico? ¿Cómo pueden ser los tratamientos que ayuden a un chico a desarrollar su lenguaje?

Lo primero que hace un neurolingüista ante el caso de un chico que habla mal, o no habla, o le pasa algo anormal, es descartar cualquier problema auditivo y de desarrollo. Deben asegurar, dicen, la correspondencia entre la edad madurativa del chico y la cronológica.

Distinguen también los problemas de lenguaje de los de comunicación. El primero sería un problema estructural, entendiendo a la base orgánica del lenguaje. En el segundo se habla del uso. Y son distintos tratamientos. Si el chico funciona como uno más chiquito en la vida social y cotidiana, el trastorno tendrá un origen madurativo.

"Si no escucha todo el espectro, es difícil que pueda hablar", sintetiza el doctor Claudio Waisburg. Habla en términos de computación. Pone el ejemplo del software y el hardware, el programa y el equipo. "Si tiene bien el hardware, es una cosa distinta a cuando el problema está en el software, cuando el programa no está desarrollado del todo." Lo neurocognitivo, lo que explica los circuitos biológicos de la inteligencia, entendería el hardware.

El tratamiento no es otra cosa que estimulación dirigida a "hacer aparecer" estructuras específicas, algo así como sacarlas a la luz. Los chicos juegan con cosas de su interés en sesiones de 45 minutos. Cuanto más frecuentes, mejor.

Advierten que se detectan tarde los trastornos del habla en los chicos

Fuente: Diario Clarin (Argentina)
Fecha: 13 de Agosto de 2007
Autor: Gabriel Giubellino ggiubellino@clarin.com







Faltan especialistas para identificarlos y se diagnostican menos casos de los que hay.

El nene habla mal. Y no es que tiene 6 años y no le sale bien el sonido "erre". Parece que "se tilda" y se queda repitiendo una misma palabra. Bien, se trata de uno de los trastornos del lenguaje que no se detectan a tiempo.

"Están subdiagnosticados", confirma Héctor Waisburg, neurólogo infantil, jefe del Servicio de Clínicas Interdisciplinarias del Hospital Garrahan.

Waisburg cuenta que hay en el país unas 500 instituciones públicas que integran una red sobre detección temprana y habla del posgrado que se hace en el Garrahan. Observa que "la preocupación parental en general está, pero al hospital público le cuesta resolver la situación in situ: no hay muchos neurolingüistas que trabajen esto".

Los especialistas que señalan esta falencia comparten un punto de vista: algunos de estos trastornos tienen una base biológica. En este punto se imponen ya algunas aclaraciones.

Primero: ¿qué es el lenguaje? Contesta Florencia Salvarezza, lingüista, a cargo del Departamento de Lenguaje y Comunicación Infanto Juvenil del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO). "Es parte definitoria del sistema cognitivo humano. Para algunos autores es un instinto. Es un sistema de reglas que permite producir y comprender infinitas oraciones con medios finitos. Es algo que gracias a la mediación de la experiencia se desarrolla en el 95% de los casos en su totalidad y de modo completo. Pero no es algo que está afuera de la persona, como se creía antes y por eso siempre se derivaba al psicólogo. Se puede discutir cuánto depende del afuera. Pero no está afuera totalmente.

"¿Y qué es el habla? "La puesta en funcionamiento, la producción verbal de este sistema."

Claudio Waisburg, hijo de Héctor y jefe de Neurología Infantil de INECO y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, dice que "tanto desde la atención primaria como desde los padres muchas veces se pierde tiempo pensando que el problema se va a solucionar con el tiempo. Se deja estar y se subestima, cuando sabemos que cuanto antes se diagnostique, es más fácil de corregir".

Se espera que la escuela esté preparada para detectar aquello que los padres no saben interpretar, o no ven. ¿Lo está? "Nosotros lo tomamos como un problema de origen multicausal, que puede ser emocional, del contexto, sociocultural, además de problemas de articulación y orgánicos. Depende cuál sea, lo derivamos. Para eso existe en los primeros grados la libreta oficial de salud escolar, la libreta sanitaria", dice la licenciada Silvia Román, de la Dirección de Salud y Orientación Educativa del área Educación del Gobierno de la Ciudad.

Entonces, cuando los chicos están maduros, sin problemas auditivos ni de otro tipo, ¿cuáles son las señales de alarma? De esto habló la lingüista Salvarezza en una charla abierta en INECO.

La ecolalia (significa algo así como repetir como un eco) es una de ellas. Cuando un chico repite como un loro una palabra, sin que esa repetición tenga ninguna función como asentir o pedir, hay que abrir los ojos. "Es normal hasta los 24 meses, y en algunos, 6 meses más, pero acotado. No que lo haga a los 2, 3, 4 años sin función. Esta es una señal muy frecuente", dice.

A otro trastorno se lo llama jerga. Cuando no se le entiende, cuando parece que hablara otro idioma, pero no dice nada. Su producción es ruido puro. No es mayor problema si lo hace jugando un ratito, pero no debería ser así cerca de los 2 años, y menos cuando este idioma propio sin organización reemplaza al lenguaje de los chicos de su edad.

También debería funcionar como luz amarilla titilante la pobreza del lenguaje. Al año, el bebé puede manejar 10, 20, 50 palabras; luego debería observarse un crecimiento exponencial. Si no lo hubiera, debería ser motivo de consulta porque hay algo que afecta el desarrollo. "El 'ya va a hablar' tiene un costo altísimo.

"Otra señal: los chicos que parecen sordos. La típica frase de los padres en estos casos es: "Me hace caso cuando quiere." Los médicos se preguntan, antes, si es que comprende realmente, si no hay un trastorno de la comprensión. Si se le pregunta "me das la cartera" y no lo hace porque no entiende, el trastorno es de desarrollo. "Esto aparece en las escuelas y muchas veces se diagnostica como déficit de atención. Pero ojo, porque atención requiere comprensión.

"Otro, las faltas léxicas. El que está en preescolar y no recuerda o confunde nombres, o no encuentra las palabras que necesita cuando ésos son términos cotidianos, que conoce.

Uno más: la dificultad para repetir palabras inventadas con morfemas de la lengua. Por ejemplo, el vocablo "mantrecántico". No significa nada, pero esas sílabas se usan para "construir" palabras. Puede tener un problema en la estructura de los sonidos de la lengua, que son sonidos que tienen un valor.

No está de más, para terminar, escuchar al doctor Héctor Waisburg cuando dice que estos trastornos "a veces son específicos del lenguaje, y otras, un primer síntoma de algo más amplio".