lunes, 10 de septiembre de 2007

Olvídese de la rutina, agilice su cerebro

Fuente: La Patria (Colombia)
Autor: Blanca Eugenia Giraldo

Existen ejercicios que mejoran la capacidad de atención y con ella la memoria. Hay que priorizar lo que se desea recordar. El olvido, en muchos casos, también es necesario. Mentalidad.

Se ha preguntado alguna vez ¿por qué será que olvida las cosas con tanta frecuencia? No se preocupe, que aunque este síntoma puede llegar a preocupar, usted puede ayudar a que su cerebro se conserve joven.

Hoy es más notorio que la gente sufra por la falta de memoria, en especial, jóvenes ejecutivos que manifiestan problemas de atención. Este es un llamado para pensar qué hacer por el cerebro, cómo ejercitarlo y como se debe cuidar.

Para Luisa Fernanda Méndez, especialista en neuropsicología, el cerebro tiene que ver con la memoria, el lenguaje, la atención, los sentidos, el movimiento y la capacidad de percepción y de interpretar.

Agrega que se puede trabajar con todas estas habilidades para aprender técnicas de estudio y para lograr mejores niveles de atención. “Se puede hablar de entrenamientos en algunos y de prevención en otros, claro que cuando ya hay problemas entonces se busca tratamiento”.


Darle sentido

Según la especialista Méndez, lo que más le angustia a las personas es perder la memoria. Es un temor generalizado, porque a lo que menos se le presta atención es lo que más fácil se olvida, y se explica porque la atención es un prerrequisito para la memoria.

“Nos alista para recibir información que debe quedar grabada, en muchos casos ponemos atención, pero son datos poco relevantes que se olvidan, aunque hay que aclarar que el olvido también es necesario porque si no olvidáramos no sabríamos qué es importante y qué no”.

Explica que se trata de aprender las cosas que son importantes para cada uno. “Si no se olvidan cosas dolorosas no podríamos continuar viviendo tranquilamente, entonces tenemos que olvidar algunas cosas y recordar otras, y para recordar hay que poner atención”.

Más que tratar de escoger qué aprender, hay otra cosa que también es importante, para conservar la información hay que darle un sentido, hay que hacer relaciones, elementos que dan seguridad para que la información se pueda almacenar.


Problemas de memoria

Para Mauricio Medina, especialista en neurología, la gran mayoría de las personas adultas jóvenes y adolescentes que manifiestan problemas amnésicos o de memoria, lo que tienen no es un problema, pero sí algún déficit o alteración leve de atención.

“Lo que pasa es que en el mundo de hoy las personas tienen mil cosas que atender al mismo tiempo. Hace unos años no existía el celular, la agenda electrónica, no estaba la internet, ahora se pueden utilizar todas estas herramientas al mismo tiempo. Entonces se tienen más estímulos, pero al mismo tiempo, frente a tanto estímulo, la atención ha disminuido”.

¿Qué es la atención? según Medina es la capacidad de enfocarse en algo, que no solo puede ser una cosa sino múltiples a la vez, aunque, entre más cosas se enfoquen menos atención va a dar a cada uno de los elementos.

“El problema actual es que al haber muchas cosas y existir menos atención es fácil que no se pueda grabar el recuerdo”.

Añade que si este problema se presenta en personas de edad, (mayores de 60 años), hay que ponerles mucho más cuidado, porque puede ser el inicio de la enfermedad de alzheimer, mientras que en los adultos jóvenes no tiene una connotación particular, excepto en los que tienen déficit de atención.

Un problema que plantea Medina es que ahora hay tantas ayudas para la memoria que se dejan de utilizar ciertas habilidades que impiden que funcione la capacidad innata para recordar, “este es el caso de los recordatorios de la palm, la grabación de los números telefónicos, entre otros”.


Ejercicio

Dicen que la rutina mata el amor, pero también acaba, poco a poco, con el cerebro y esto sucede por falta de uso. “Hay que evitar la rutina porque ésta acaba con el cerebro, si uno no varía lo que hace, el cerebro realiza las cosas automáticamente, lo cual no genera actividad en él”, explica Medina.

Es sencillo, así como se atrofia un músculo sin uso, las dendritas también se atrofian si no se conectan con frecuencia, y la habilidad del cerebro para procesar nueva información se reduce.

Es cierto, el ejercicio ayuda mucho a alertar la mente; también hay vitaminas y medicinas que aumentan la transmisión sináptica y fortalecen la memoria, sin embargo, nada como hacer que el cerebro fabrique su propio alimento: las neurotrofinas.

Entonces, ¿qué hacer? Lo que se necesita es hacer pilates con las neuronas: estirarlas, sorprenderlas, sacarlas de su rutina y presentarles novedades inesperadas y divertidas a través de las emociones, del olfato, la vista, el tacto, el gusto y el oído.

Además, retarlas con crucigramas, juegos como rompecabezas o ajedrez. ¿El resultado? El cerebro se vuelve más flexible, más ágil, y su capacidad de memoria aumenta.

También expresa el especialista en neurología que otra cosa que mantiene el cerebro sano es tener un cuerpo sano, ayudarse con una dieta balanceada, evitar las grasas y los excesos de carbohidratos y azúcar, hacer ejercicio regular y mantener una salud cardiovascular lo más apropiada.

“Si hay problemas de tensión alta no está activando su cerebro. Con los problemas de corazón su cerebro no está cuidado, si fuma está llenando de tóxicos el organismo, si se embriaga o utiliza drogas alucinógenas, lo que hace es comenzar a dañarlo y está comprobado que mata neuronas”.

Recuerde que lo más importante es que usted y cada huella que queda en su memoria hará parte de su historia. Aplicar estos ejercicios podría ser la clave.



Póngalos en práctica


Algunos ejemplos de ejercicios que expanden su memoria:

1. Bañarse con los ojos cerrados. Sólo con el tacto, localice las llaves de agua, ajuste la temperatura del agua, busque el jabón. Verá cómo sus manos notarán texturas que nunca antes había percibido.

2. Usar la mano no dominante. Coma, escriba, abra la crema dental, lávase los dientes, abra el cajón con la mano que más trabajo le cueste usar. Péinese, báñese, píntese, aféitese, lave los dientes con su mano no dominante.

3. Lea en voz alta. Se activan distintos circuitos que los que usa para leer en silencio.

4. Cambie sus rutas. Tome diferentes rutas para ir al trabajo, a su casa.

5. Cambie sus rutinas. Haga cosas diferentes. Fuércese a salir, conocer y charlar con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías. Experimente lo inesperado. Use las escaleras en lugar del ascensor. Salga al campo, camínelo, huélalo.

6. Cambie las cosas de lugar. Al saber dónde está todo, el cerebro ya construyó un mapa. Por ejemplo, cambie el lugar del pote de la basura; verá la cantidad de veces que tirará el papel al viejo lugar.

7. Aprenda algo nuevo. Cualquier cosa puede servir, aprenda fotografía, cocina, yoga, estudie un nuevo idioma. Si le gusta, arme rompecabezas, tápase un ojo para que pierda la percepción de la profundidad, por lo que el cerebro tendrá que confiar en otras vías.

8. Identifique las monedas. Ponga en su auto una taza con varias monedas diferentes y téngalas a la mano para que, mientras está esperando en el semáforo, con los dedos trate de identificar la denominación de cada una.

9.- Cambie el mouse de la computadora al lado contrario de donde lo usa comúnmente.



Las neurotrofinas


Son moléculas que producen y secretan las células nerviosas, y actúan como alimento para mantenerse saludables tanto a ellas como a las sinapsis. Cuanto más activas estén las células del cerebro, mayor cantidad de neurotrofinas producen; esto genera más conexiones entre las distintas áreas del cerebro.




El dato


50 mil Cantidad de neuronas que se mueren a diario en el cerebro de una persona.




Aprendizaje


El periodo máximo de la atención continua del cerebro es de 45 minutos, aunque hay personas que les puede durar máximo 10 minutos. Esto aplica para el estudio o cuando se está productivo en un trabajo, de ahí la necesidad de hacer pausas activas.

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